Una de las cosas más importantes para el desarrollo infantil es una alimentación adecuada y equilibrada. Desde el aula poco se puede hacer, la alimentación corre a cargo de las familias y, en algunos casos, de las empresas de catering que sirven a los comedores escolares. El único momento relacionado con la alimentación durante el tiempo escolar es la hora del almuerzo, un tiempo que hemos intentado integrar en las actividades escolares y darle una cierta relevancia.
Como primer paso, el gesto, necesario y muy importante, de lavarse las manos. Para ello cada niño/a trae una toallita con su nombre que está colgada en una perchita y que cada viernes se llevará a casa para lavar (volverá a traerla el lunes); también cada familia hace, al principio de curso, la aportación de un jabón para compartir. Después de lavarse las manos "el encargado" del día reparte a cada uno su mantelito individual (de plástico, que cada uno ha traido a principio de curso) y las bolsitas con su almuerzo. Con todo ello se pretende crear un ambiente adecuado para tomar alimentos, insistiendo en la importancia de la higiene y la forma de manipularlos. Además el almuerzo está previamente establecido; a principio de curso se propusó a las familias un menú semanal en el que se indica el tipo de producto a traer cada día de la semana, es una propuesta variada para que los peques se acostumbren a comer de todo. La verdad es que las familias han respondido bien a la propuesta y a los niños/as, además, les ayuda a asumir el paso de los días y a conocer diferentes alimentos, pues es a veces momento de hablar sobre alimentos comparando lo que traen unos y otros.
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